Las aguas florales y los hidrolatos

Las aguas florales y los hidrolatos: ¿Qué son, como se fabrican?
Los hidrolatos se obtienen con la destilación al vapor de agua de las plantas aromáticas (flores, hojas, ramos, raíces) con el fin de fabricar los aceites esenciales. Un hidrolato es pues un sub-producto de los aceites esenciales. Los hidrolatos no son infusiones, ni maceraciones, ni decocciones.

Diferencia entre un hidrolato y un agua floral

Las aguas florales proceden exclusivamente de la destilación de las flores, contrariamente a los hidrolatos. Las aguas florales forman parte de los hidrolatos. El agua floral a menudo se confunde con la infusión floral, que se puede realizar dejando infundir plantas en agua. La infusión de plantas no tiene la misma composición, y sus propiedades son distintas a las del hidrolato correspondiente.Fabricación: Para obtener un hidrolato hay que usar un alambico. El vapor de agua, pasando a través de la planta, libera las moléculas aromáticas y se lleva sus principios activos. A continuación, se enfría este vapor de agua, y se obtiene así, por una parte el aceite esencial por otra parte, el hidrolato (un agua impregnado con las moléculas aromáticas de la planta)
En el recipiente final, los dos productos se separan, el aceite esencial, más ligero que el agua, flota y permanece en la superficie, mientras que el hidrolato, más pesado, se queda en el fondo del esenciero. Solo queda recuperarlos separadamente. El hidrolato es oloroso, y lleva una determinada cantidad de moléculas aromáticas, procedentes de las plantas (menos del 5% de los componentes hidrosolubles).

A nivel histórico, los hidrolatos y la destilación ya eran conocidos por científicos árabes de la Edad Media. Probablemente también eran utilizados por los Egipcios, muy aficionados a los perfumes.

El hidrosol no es un hidrolato, se obtiene con la maceración del aceite esencial en agua pura durante un determinado tiempo.
Al igual que los cosméticos, los hidrolatos deben de tener, sobre su envase, todas las indicaciones relativas a su composición (INCI, inglés, latino,…). Estas indicaciones son indispensables para definir la calidad del hidrolato.

¿Cómo elegirlos?
La concentración en principios activos es un factor que influye en la calida de los hidrolatos. Un hidrolato de calidad es un hidrolato que lleva una buena concentración en principios activos. Normalmente, se extrae solamente los 8 a 10 primeros litros de agua de la destilación, las aguas siguientes no son tan interesantes a nivel de sus características. La concentración se puede apreciar probando la fuerza olfativa del hidrolato.

La calidad del agua de destilación utilizada y las plantas destiladas.
Cualquier agua se puede utilizarse para efectuar las destilaciones, incluido aguas contaminadas en sulfatos u otros residuos dañinos, sin olvidar los pesticidas que pueden estar presentes en las plantas, y que se concentran después de la destilación en el hidrolato o el aceite esencial. Es pues indispensable elegir unos hidrolatos biológicos certificados.

Frescura y la pureza
Los hidrolatos son unos productos muy sensibles a la luz, al calor, y a las contaminaciones microbianas. Los hidrolatos puros, es decir, sin ningún conservador, no pueden conservarse más que alrededor de un año.
Los precios son muy diferentes y varian esencialmente en función de la planta, de la concentración y el método de obtención. El precio de compra de un hidrolato puede multiplicarse varias veces para los más costosos.

Utilización
Los hidrolatos forman parte de los ingredientes básicos para los cuidados de la piel. Muy suaves para la piel y discretamente perfumados, convienen a las pieles sensibles y a los niños. Los hidrolatos tienen propiedades interesantes para la limpieza del rostro, cuando no hay maquillaje. Si no, se pueden utilizarlo como tónicos.
Los hidrolatos tienen una acción refrescante y astringente. Se puede utilizar un vaporizador para pulverizarlos sobre el rostro o el cuerpo. No dejar secar el hidrolato sobre su piel, secar sin frotar, con un pañuelo de papel o una toalla, al igual que un tónico, para no deshidratar su piel.