jueves, 29 de noviembre de 2007

Bucéfalo



Negro como un espíritu del Hades,
Ligero como un dios, la piel brillante,
Rebelde a la montura y al montante,
Quebró orgullos, deshizo voluntades.

Alejandro no halló dificultades:
Doblegó su poder desafiante,
Lo cabalgó en su caminar triunfante,
Y en su nombre fundó varias ciudades.

El potro de mi sangre alborotado
Caracolea en fiero remolino
Sin mano firme a sujetar la brida.

La crin flotando al viento desatado,
Relincha galopando en el camino
Hacia una libertad no restringida.

Los Angeles, 3 de Agosto de 1997

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